Un menor de edad, previamente denunciado por una agresión similar, ha sido liberado sin la imposición de ninguna medida cautelar tras un nuevo incidente. Aunque existía un antecedente por una agresión previa, las autoridades decidieron no aplicar restricciones adicionales al joven, lo cual ha generado preocupación y debate sobre la gestión judicial en casos de reincidencia juvenil.
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