Joan Laporta, en su regreso al Barcelona como presidente, ha implementado 91 movimientos de fichajes y traspasos desde marzo de 2021, pero sin éxito en establecer un proyecto deportivo sólido. Destacan las salidas recientes de Gündogan y Vitor Roque, lo que evidencia problemas en la gestión y adaptación de jugadores. Ante la presión económica, tras perder a Messi y haciendo uso de «palancas» financieras, el club ha traspasado a su mejor jugador del año pasado, Gündogan, al Manchester City. En el actual mercado, han incorporado a Dani Olmo y Pau Víctor, pero enfrentan dificultades para fichar a grandes talentos como Nico Williams y Rafael Leao. La mala planificación se refleja en la inestabilidad de la plantilla, donde solo siete jugadores de la temporada 2021-22 se mantienen. El Barcelona ha gastado 57,70 millones en dos refuerzos y ha ingresado 28 millones por diez salidas. La debilidad del proyecto se acentuó con la eliminación en cuartos de la Champions y la pérdida del Mundial de Clubes, lo que impactó financieramente. Tras despedir y readmitir a Xavi el año pasado, el club ha vuelto a empezar de cero bajo la dirección de Hansi Flick.
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