El reciente informe TALIS 2024, elaborado por la OCDE, revela que los profesores de secundaria en España tienen una percepción negativa de su formación universitaria inicial; solo el 68% la considera sólida, significativamente por debajo del promedio de la OCDE. Sin embargo, los docentes españoles se sienten capacitados para su labor actual, especialmente en el manejo de contenido, aunque muestran debilidades en pedagogía. La falta de implementación de una reforma educativa para mejorar la formación inicial, pese a ser considerada necesaria, sigue siendo un desafío por las complejas negociaciones entre ministerios y universidades. A pesar de estas carencias, el profesorado español reporta estar mayormente satisfecho con su trabajo y menos propenso a dejar la docencia en comparación con la media internacional, aunque un 16% experimenta mucho estrés laboral, principalmente por la carga administrativa y la adaptación a la diversidad del alumnado. La incorporación de inteligencia artificial en las aulas es limitada y los docentes muestran preocupación por sus posibles efectos negativos. La edad promedio de los profesores españoles es de 45 años, con un notable número habiendo tenido carreras previas. En general, la satisfacción docente en España supera los promedios internacionales, aunque el estrés y las demandas administrativas siguen siendo áreas problemáticas.
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