Mohamed VI, rey de Marruecos, ha cancelado su agenda pública durante el mes sagrado de Ramadán debido a problemas de salud, cediendo protagonismo a sus hijos, el príncipe heredero Moulay el Hasán y su hermana Lalla Khadija, quienes han participado en la entrega de alimentos a familias vulnerables. La operación «Ramadán 144» distribuye productos básicos a grupos desfavorecidos, reflejando la preocupación del monarca por las capas más vulnerables de la sociedad. Según el Instituto Real de Estudios Estratégicos, la pobreza en Marruecos se ha cuadruplicado en los últimos años, una situación agravada por la pandemia y el cierre del turismo, afectando especialmente a jóvenes y mujeres. Mientras tanto, el rey continúa su rehabilitación tras una intervención quirúrgica en su hombro, limitando su presencia en la vida pública.
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