La dirigencia de Morena, encabezada por Luisa María Alcalde, ha enviado un mensaje claro tras las críticas generadas por los lujosos viajes de miembros del partido, incluido Andrés Manuel López Beltrán, hijo del fundador Andrés Manuel López Obrador. El escándalo se centró en el contraste entre estos viajes y el discurso de austeridad del partido. Alcalde enfatizó la necesidad de actuar siguiendo el ejemplo de vivir en la «justa medianía» y sugirió que los lujos personales no deben confundirse con el servicio público. La polémica ha afectado a la gira nacional de Morena destinada a consolidar su base de apoyo antes de las elecciones intermedias de 2027. La dirigente, resaltando que los viajes se realizaron con recursos personales, insistió en evitar excesos simbólicos que puedan dañar la imagen y congruencia del partido.
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