El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha abordado a la nación tras la caída del gobierno debido a una moción de censura impulsada por el partido de extrema izquierda Nuevo Frente Popular, con el apoyo de la líder conservadora Marine Le Pen, que culminó con la dimisión del primer ministro Michel Barnier. En su discurso desde el Elíseo, Macron descartó dimitir y prometió constituir un «gobierno de interés general» que refleje a todas las fuerzas políticas, ante la imposibilidad de celebrar nuevas elecciones legislativas antes de julio. Macron criticó a la oposición por provocar inestabilidad y reafirmó su compromiso de liderar hasta el final de su mandato en 2027. La nueva administración tendrá el desafío inmediato de aprobar una ley de emergencia para evitar el cierre gubernamental y preparar un presupuesto para 2025. La estrategia de Macron ha sido cuestionada, especialmente tras su decisión de usar el controvertido artículo 49.3 para aprobar leyes sin votación parlamentaria, lo que contribuyó a la crisis política actual. La moción aprobada por 331 diputados marca la primera destitución gubernamental desde 1962 en Francia.
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