El Plan Reside del Ayuntamiento de Madrid, recientemente aprobado por la Comunidad de Madrid, busca regular las viviendas turísticas para preservar el uso residencial, especialmente en el centro histórico. Las nuevas normativas prohíben la dispersión de pisos turísticos en edificios residenciales dentro de los distritos centrales, mientras que fuera de este núcleo solo se permitirán en sótanos, plantas bajas y primeras con acceso independiente. Además, se plantea la recuperación de edificios desocupados para convertirlos temporalmente en alojamientos turísticos por un máximo de 15 años, a la par que se ofrecen incentivos para transformar edificaciones vacantes en viviendas asequibles. Previamente, se implementaron restricciones severas, con sanciones significativas para las operaciones turísticas ilegales, de las cuales el 92,7% de los establecimientos existentes en la ciudad no cuentan con la licencia adecuada.
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