En un acto polémico, Nicolás Maduro se autoproclamó presidente de Venezuela, desafiando el resultado electoral que favorecía a su rival, Edmundo González Urrutia. La asunción se llevó a cabo en la Asamblea Nacional dominada por el chavismo, mientras que el evento se realizó sin acceso a la prensa. La comunidad internacional, incluidos líderes de Latinoamérica y Europa, ha condenado el acto, enfatizando el aislamiento del régimen. Mientras tanto, las calles de Caracas vivieron intensas manifestaciones opositoras lideradas por María Corina Machado, pese a la represión del gobierno. Estados Unidos ha respondido incrementando las recompensas por información que conduzca a la captura de Maduro y sus allegados, en un contexto en el que se cuestiona la legitimidad de su mandato.
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