El régimen de Nicolás Maduro se encuentra en una compleja situación tras las recientes elecciones en Venezuela, donde la oposición demostró, con el respaldo de observadores internacionales, que Edmundo González obtuvo la mayoría de votos, aunque el Consejo Nacional Electoral proclamó la victoria de Maduro. En un intento de distraer la atención y consolidar su poder, Maduro ha tomado medidas drásticas como amenazar con romper relaciones diplomáticas con España, tras las críticas de la ministra de Defensa Margarita Robles. Estas tensiones afectan gravemente a los ciudadanos y empresas de ambos países. El gobierno español, liderado por Pedro Sánchez, ha manejado la situación con cautela para no agravar la crisis, mientras España se posiciona como posible mediador en el conflicto. La salida de Edmundo González hacia España y el reconocimiento parcial de su triunfo electoral suman más incertidumbre a un escenario ya delicado, donde los intereses económicos y humanitarios están en juego.
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