En una destacada corrida, Manzanares dejó escapar una oportunidad con un impresionante toro de Puerta del Príncipe, considerado el más bravo de la feria. Talavante, por su parte, continuó sin recordar el esplendor de su carrera pasada, mientras que Morante entregó una actuación apasionada. De la buena corrida organizada por Matilla, cada torero logró cortar una oreja, dejando un sabor agridulce con promesas incumplidas y destellos de habilidad.
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