En Lima, una protesta masiva contra el Gobierno y el Congreso de Perú dejó un manifestante muerto y más de cien heridos, incluyendo 78 policías. La víctima, Eduardo Ruiz, falleció tras recibir un disparo presuntamente efectuado por un agente encubierto durante la marcha, que inicialmente era pacífica. Este incidente ocurrió cerca de la Plaza Francia mientras manifestantes intentaban derribar vallas del Congreso. La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos exigió una investigación independiente. El nuevo ministro del Interior, Vicente Tiburcio, negó la participación de agentes encubiertos y anunció una investigación. Las manifestaciones, desatadas tras el ascenso al poder de José Jerí y la destitución de Dina Boluarte, se replicaron en otras ciudades y destacan por ser las más grandes desde las de finales de 2022 y comienzos de 2023, que resultaron en 49 muertes civiles.
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