En un contexto de parálisis en la situación del Sáhara Occidental, el enviado de la ONU, Staffan de Mistura, ha criticado la falta de desarrollo del plan de autonomía de Marruecos, presentado en 2007 y que sigue sin concreciones. Durante una reunión a puerta cerrada, De Mistura instó a Marruecos a detallar su propuesta, mientras planea abandonar su cargo en seis meses ante la ausencia de avances. El plan marroquí, que consta de 35 puntos, ofrece autonomía limitada bajo control de Rabat, pero enfrenta críticas por falta de realismo y garantías democráticas. La propuesta ha sido respaldada por algunos países occidentales, aunque el Frente Polisario y Marruecos han rechazado otras sugerencias de resolución, como la partición del territorio. Las tensiones se incrementan en un contexto de desafíos internos para Marruecos, incluyendo sentencias desfavorables del Tribunal de Justicia de la UE y la delicada situación política y social interna.
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