Las autoridades marroquíes han expulsado del Sáhara Occidental a dos activistas noruegos, Maja Rønningsbakk y Kevin Fossnes, apenas días después de deportar a otras dos compatriotas suyas, mientras investigaban acerca de los proyectos de energías renovables en la zona, ocupada por Marruecos desde 1976. Durante una reunión con defensores de derechos humanos saharauis, la policía interrumpió y escoltó a los jóvenes fuera del lugar ante la presencia de Mina Baali, activista saharaui, quien desafió las acusaciones de ilegalidad de las autoridades. Las deportaciones recientes de activistas reflejan un patrón de restricciones crecientes y bloqueo informativo en los territorios ocupados, denunciado por organizaciones como Amnistía Internacional y Reporteros Sin Fronteras.
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