En las últimas semanas, decenas de saharauis han llegado al aeropuerto de Barajas en busca de protección internacional, huyendo del Sáhara Occidental ocupado por Marruecos desde 1976. Un funcionario saharaui del ministerio del Interior marroquí ha revelado cómo este organismo aplica una estrategia de represión y marginación económica contra la población autóctona, para asfixiar su identidad y fomentar la migración marroquí hacia estos territorios. Marruecos, según informes internos, clasifica y vigila estrictamente a los saharauis, dificultando su acceso a recursos y oportunidades económicas. Además, el Sáhara Occidental se ha convertido en una ruta clave para el narcotráfico y la migración hacia Europa, con la complicidad de altos funcionarios marroquíes. La ocupación marroquí busca desactivar cualquier reclamación política saharaui mediante la discriminación y la represión, mientras potencia la llegada de colonos marroquíes y la explotación de recursos naturales en beneficio de sus intereses.
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