La última reunión ministerial de la Conferencia Internacional de Tokio sobre el Desarrollo de África (TICAD) en Japón fue escenario de una confrontación entre Marruecos y la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), que llevó a la suspensión del encuentro preparatorio. El comunicado final, con la única objeción de Marruecos, afirmó el derecho de todos los Estados miembros de la Unión Africana -incluida la RASD- a participar. Marruecos, que firmó en 2017 el acta constitutiva de la Unión Africana reconociendo a todos sus Estados miembros, intentó sin éxito excluir a la RASD. La acta fundacional de la UA refuerza el compromiso con la resolución pacífica de conflictos y el desarrollo socioeconómico del continente.
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