La administración de Donald Trump busca consolidar a Marruecos como un aliado clave al considerar la venta de aviones furtivos F-35, un acercamiento estratégico que podría debilitar la influencia de España en el Mediterráneo. Este acuerdo alinearía a Estados Unidos, Marruecos, Emiratos Árabes Unidos e Israel, con el beneplácito y posible financiación de Abu Dabi. Sin embargo, esta alianza se da en el contexto de una carrera armamentística con Argelia, que ha adquirido aviones rusos Su-57. El posible pacto resalta el interés de Trump en el fortalecimiento militar de Marruecos, ignorando el escaso gasto en defensa de España, lo cual ha criticado en el marco de compromisos de la OTAN. Expertos señalan que, aunque Marruecos es percibido como un seguidor en la región, su relación con Trump podría influir en las dinámicas territoriales, incluyendo posibles tensiones con España por Ceuta y Melilla. Mientras tanto, observadores sugieren que Trump podría considerar también un acercamiento a Argelia para modificar alineaciones regionales y consolidar su legado diplomático.
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