A pesar de los intentos de Emmanuel Macron por estrechar lazos con Marruecos al reconocer la marroquinidad del Sáhara Occidental, Rabat sigue fortificando su relación con Israel, como lo demuestra la adquisición del sistema de artillería Atmos 2000 de la empresa israelí Elbit Systems, en lugar del modelo francés Caesar. Este acuerdo forma parte de una serie de decisiones del gobierno de Mohamed VI que alimentan las críticas internas, dado que gran parte de los marroquíes rechazan la normalización de relaciones con Israel y denuncian actos que perciben como un alineamiento con intereses políticos y militares israelíes cercanos a las políticas de Donald Trump. La compra de estos obuses ocurre en un contexto de incremento en el gasto militar marroquí, en la continua pugna por la hegemonía regional con Argelia, y en medio de tensiones internacionales alrededor del conflicto en Gaza.
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