La ministra de Defensa de Chile, Maya Fernández Allende, ha abordado por primera vez la fallida compraventa de la casa del expresidente Salvador Allende en Providencia, Santiago, que el gobierno de Gabriel Boric planeaba convertir en museo. La operación, valorada en aproximadamente 922.000 dólares, fue cancelada tres días después de su anuncio debido a obstáculos legales. Fernández, junto con otros herederos, admitió errores en el proceso, señalando que no hubo transferencia de la propiedad ni de recursos económicos. Aunque el Gobierno también planeaba adquirir propiedades de otros expresidentes, sólo el proyecto para una de ellas avanzó. La ministra aclaró que, en su rol oficial, no podía participar en el proceso y que el manejo legal fue delegado a un abogado. La controversia radica en que tanto Maya Fernández como su tía, la senadora Isabel Allende, tenían prohibido por ley suscribir contratos de este tipo con el Estado debido a sus cargos. Esta situación ha sido criticada por la oposición, que ha amenazado con llevar el caso al Tribunal Constitucional. La familia Allende ha defendido su integridad, subrayando su intención de evitar conflictos de interés.
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