El uso del teléfono móvil en el baño, una práctica común entre el 66% de los participantes de un estudio del Beth Israel Deaconess Medical Center, se ha vinculado con un aumento del 46% en el riesgo de desarrollar hemorroides. Este comportamiento prolonga el tiempo sentado en el inodoro, incrementando la presión en las venas hemorroidales y reduciendo la actividad física, lo que también conlleva otros riesgos de salud. Además, se advierte sobre la proliferación de bacterias en los dispositivos, que puede provocar infecciones. Expertos sugieren limitar el tiempo del móvil en el baño y mantener buenas prácticas de higiene para mitigar estos riesgos.
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