España ha acordado la reapertura de aduanas en Melilla bajo condiciones impuestas por Marruecos, lo que ha sido interpretado por la prensa marroquí como un avance de su soberanía sobre las ciudades de Ceuta y Melilla. Según medios marroquíes como Tanja24 y Barlamane, el acuerdo limita las importaciones a productos fabricados en Melilla y permite a Marruecos exportar áridos, frutas, verduras y pescado, excluyendo el contrabando que había sido tolerado hasta 2019. Estas medidas no sólo han provocado el malestar de comerciantes y empresarios españoles, sino que también reflejan, según medios marroquíes como Hespress, un rechazo firme de Rabat a volver al sistema anterior de contrabando que benefició a comerciantes españoles en detrimento de la economía marroquí. Las tensiones comerciales entre ambos países se mantienen en un equilibrio delicado, con Marruecos obteniendo un mayor control sobre las transacciones comerciales en la región.
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