La llegada de módulos de 24 Gbit está marcando una revolución silenciosa en la evolución de la memoria RAM. Más allá de cualquier moda, esta nueva densidad está ampliando las posibilidades, tanto para entusiastas del gaming como para centros de datos e inteligencia artificial.
La memoria RAM ha mantenido un ritmo constante de evolución en las últimas décadas, pero pocas veces ha roto esquemas de manera tan radical como ahora con la memoria DDR5 no binaria. Con esta innovación, se introduce por primera vez una densidad de 24 Gbit, rompiendo la tradicional progresión binaria (8, 16, 32 Gbit…) y permitiendo la creación de módulos intermedios de 24 GB, 48 GB y 96 GB. El objetivo es claro: optimizar el equilibrio entre capacidad, rendimiento y coste.
La memoria no binaria representa una solución técnica que permite la introducción de un paso intermedio en la densidad de los chips DRAM. A diferencia de los módulos apilados (RDIMM 3DS), que son más costosos y están destinados principalmente a servidores, esta tecnología permite configurar sistemas más flexibles.
Comparando la DDR5 no binaria con la tradicional, encontramos diferencias significativas en la capacidad de los módulos, la arquitectura y el coste por GB. La nueva RAM ofrece configuraciones más precisas, evitando el salto de 32 GB a 64 GB, y proporcionando kits de 48 GB, lo cual es ideal para multitarea o productividad.
La mayoría de las plataformas actuales de DDR5 ya son compatibles con estos módulos de 24 Gbit. Las placas AM5 de AMD con chipsets serie 600, y los procesadores Ryzen 7000 o superiores, así como las plataformas Intel desde la 12.ª hasta la 14.ª generación, garantizan soporte completo para estos nuevos módulos. También hay certificación para su uso en servidores.
Para los gamers exigentes, los creadores de contenido, y los profesionales en inteligencia artificial, análisis de datos o virtualización, esta nueva generación de memoria ofrece mejoras significativas sin duplicar los costes.
La DDR5 no binaria no solo llena un vacío técnico, sino que también redefine las concepciones de configuraciones óptimas en términos de rendimiento y coste. A medio plazo, se espera que estas configuraciones de 24, 48 y 96 GB se conviertan en el nuevo estándar para diversos sistemas de computación. Aquellos que adopten esta tecnología de manera temprana ganarán en eficiencia y longevidad para sus sistemas, respaldados por marcas consolidadas como Kingston, Crucial y Corsair.