Con el final de 2024 a la vista, la industria del diseño de interiores se prepara para una evolución significativa en 2025. En un contexto donde la sostenibilidad y el bienestar emocional son prioritarios, Menamobel, bajo la dirección de su CEO Ivana González Mena, está liderando la revolución estética que promete transformar nuestras casas en espacios más conscientes y personalizados.
La sustentabilidad se erige como el pilar principal de las nuevas tendencias. Según González Mena, existe un creciente interés en la producción responsable dentro de la industria del mueble en España. Esto se traduce en una preferencia por materiales que tienen un menor impacto ambiental, como maderas certificadas y textiles orgánicos, reflejando una conciencia hacia la huella ecológica de cada decisión de compra.
El 2025 verá una paleta de colores que celebra la naturaleza, con tonos de terracota, verdes suaves y azules profundos que buscan traer tranquilidad y armonía a los hogares. Este acercamiento a la estética natural también se refleja en la demanda de texturas que emulan materiales como piedra o barro, contribuyendo a un entorno más sereno y acogedor.
Los hogares multifuncionales ganan terreno en respuesta a las nuevas dinámicas laborales, impulsadas por el trabajo remoto. La flexibilidad se convierte en un criterio clave, con muebles que ofrecen adaptabilidad y personalización, permitiendo que cada vivienda se acomode a la vida diaria de sus habitantes.
Las innovaciones tecnológicas prometen modificar la interacción con el diseño de interiores. La realidad aumentada y virtual se presentan como aliados esenciales para visualizar y planificar mejor los espacios, optimizando el proceso de compra y fomentando elecciones más informadas.
Menamobel, desde su cuartel general en Fuenlabrada, continúa siendo una consultora esencial en decoración de interiores. Con una rica historia de 40 años y una plataforma de ventas online desde 2009, la empresa sigue expandiéndose, validando su compromiso con la sostenibilidad y la innovación. Los 1000 metros cuadrados de su exposición en el sur de Madrid invitan a los consumidores a explorar un abanico de opciones pensadas para un futuro donde el diseño es tanto una cuestión de estética como de bienestar personal.
