Cambiar el motor de un coche en España es legal, aunque requiere cumplir con ciertos requisitos legales y técnicos para evitar sanciones. Es esencial seleccionar un motor compatible y contar con la homologación necesaria. Además, cualquier modificación debe ser reportada a la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) y reflejada en la documentación del coche. El coste de un motor nuevo oscila entre los 1,500 y 6,000 euros, mientras que uno de segunda mano puede costar entre 1,000 y 4,000 euros, sumando entre 500 y 1,500 euros por instalación. Decidir si vale la pena implica considerar factores como el estado del vehículo y la comparación de costes con la compra de un nuevo automóvil.
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