En Valencia, la reciente inundación ha reavivado el debate sobre el manejo de la vegetación autóctona y exótica en los cauces de ríos y torrentes. Expertos destacan la necesidad de mantener las especies autóctonas y eliminar invasoras como la caña común (Arundo donax) debido a su impacto adverso en el ecosistema y su contribución a problemas de inundación y incendios. Este proceso de erradicación, que incluye técnicas de cobertura plástica para eliminar el rizoma, es costoso y requiere mantenimiento continuo. La Confederación Hidrográfica del Júcar subraya que el objetivo a largo plazo es restaurar los ríos de forma sostenible, pero advierte que la eliminación total de vegetación puede aumentar la velocidad y daño potencial de las riadas. A pesar de los desafíos y costes, la restauración es crucial para proteger las infraestructuras y conservar los ecosistemas naturales. En Canarias, la caña también agrava los incendios, por lo que se adoptan medidas específicas de control y replanteo con especies locales.
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