Javier Milei enfrentó un cierre de campaña electoral complicado en Buenos Aires, donde su convocatoria en un bastión peronista quedó muy por debajo de lo esperado. El acto, celebrado en un clima tenso tras acusaciones de corrupción contra su hermana Karina, no logró entusiasmar al público. A pesar de incitar a votar para derrotar al kirchnerismo, el evento mostró fisuras en su respaldo popular, con solo 3,000 asistentes de los 10,000 anticipados. Las elecciones provinciales son cruciales para Milei, quien busca consolidar su gobierno antes de las elecciones nacionales en octubre. La falta de apoyo evidencia un posible cambio en la suerte de Milei, quien ha endurecido su discurso frente a desafíos económicos y personales, y ha modificado sus planes de viaje a EE.UU. en medio de la incertidumbre.
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