Unos 9.000 residentes y turistas han evacuado la isla griega de Santorini, alarmados por una serie de sismos que han alcanzado magnitudes de hasta 4,8 en el archipiélago de las Cícladas, donde más de 50 temblores se han registrado en la última jornada. El gobierno griego ha desplegado equipos de emergencia de forma preventiva, cerrado escuelas y suspendido clases en diversas islas de la región. Mientras el tráfico colapsó caminos hacia puertos y aeropuertos, los vuelos y ferris están abarrotados con destino a Atenas. El primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, ha llamado a la calma, asegurando que la situación está bajo control, pese a que no se han reportado daños relevantes. Los expertos aseguran que la actividad sísmica no está vinculada al volcán de Santorini, sino a fallas submarinas, aunque no descartan su intensificación. Desde el lunes, los epicentros se han desplazado hacia Amorgos, donde la población permanece alerta ante este fenómeno de enjambre sísmico.
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