Miles de personas se manifestaron en Madrid para exigir la protección del lobo ibérico, tras la aprobación de una ley que permite su caza al norte del Duero. Convocada por 200 entidades, la protesta denunció este retroceso en la conservación de la especie, clave para los ecosistemas. Activistas y políticos, incluidos representantes de Podemos y Pacma, criticaron la medida como un «atentado ecológico». Se reclama el fin de las batidas de lobos, especialmente en comunidades como Cantabria y Asturias, y se pide que el lobo sea reintegrado en el Listado de Especies Silvestres Protegidas. Las organizaciones instan a adoptar planes de conservación basados en ciencia y a combatir cazas furtivas y bulos sobre esta especie esencial.
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