Miles de personas se congregaron en diversas ciudades de Estados Unidos, como Nueva York, Washington y Miami, para protestar contra lo que consideran un autoritarismo creciente del presidente Donald Trump, bajo el lema «No Kings». La convocatoria, que se desarrolló de manera pacífica y con participación de unas 200 organizaciones, se replicó en más de 2,500 localidades. Este movimiento, que ya había tenido una edición anterior en junio, busca rechazar medidas como la militarización de las ciudades y los recortes en sanidad. Las protestas, también respaldadas en ciudades europeas como Berlín y París, ocurrieron en un contexto de tensión política por la decisión de desplegar militares en ciudades demócratas. A pesar de la prohibición de armas y la insistencia en el carácter pacífico, algunos líderes republicanos alertaron sobre posibles disturbios. Trump, desde su mansión en Florida, sugirió que las manifestaciones fueron incitadas por los demócratas.
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