El Gobierno español ha aprobado nuevas medidas económicas destinadas a contrarrestar los efectos de la inflación, destacando un aumento en el salario mínimo y la implementación de subsidios para sectores vulnerables. La iniciativa busca aliviar la carga financiera de las familias en un contexto de creciente incertidumbre económica global. Además, se ha anunciado un plan de inversiones en infraestructura verde, encaminado a fomentar el crecimiento sostenible y reducir la dependencia energética del exterior. Estas decisiones han sido bien recibidas por algunos sectores, aunque críticos señalan que podrían no ser suficientes para abordar los desafíos estructurales de la economía española.
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