El rey Mohamed VI de Marruecos inauguró el año legislativo con un discurso centrado en el Sáhara Occidental, insistiendo en la necesidad de resolver el contencioso con el Frente Polisario. El monarca mostró gratitud a países como España y Francia por su apoyo a la posición marroquí respecto a la autonomía del Sáhara. En un contexto de sentencias adversas del Tribunal de Justicia de la UE, que consideró a Marruecos y el Sáhara como territorios separados, Mohamed VI enfatizó la legitimidad de la soberanía marroquí y reconoció el apoyo de figuras internacionales, destacando la dinámica positiva en torno a esta disputa territorial.
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