Hace poco más de una semana, el Gobierno español comenzó a maniobrar para frenar la oferta pública de adquisición (OPA) de BBVA sobre Banco Sabadell, a pesar de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ya la había aprobado, imponiendo ciertas condiciones para proteger a las pymes. Moncloa busca justificar su intervención a través de una consulta popular y señala que las fusiones deberían dirigirse en otras direcciones, considerando la integración entre BBVA y Sabadell «rara». Se ha especulado sobre el interés de Sabadell en adquirir Abanca o Unicaja, aunque no existen negociaciones. Esta estrategia podría evitar conflictos con socios nacionalistas e incluso con el PSC, preservando una narrativa de concentración bancaria sin tensiones territoriales. Ni Sabadell ni el Gobierno han hecho declaraciones oficiales, mientras que la CNMC encontró adecuados los compromisos de BBVA para continuar el crédito a pymes por tres años.
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