En el ámbito político español, el presidente Pedro Sánchez se ve en la encrucijada de agotar sus comparaciones despectivas hacia el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, tras haber llegado a calificarlo de «nazi». Esta retórica extrema parece intentar desviar la atención de las concesiones que Sánchez está dispuesto a hacer para mantener el apoyo de sus aliados, quienes podrían estar exigiendo más de lo que se ha dejado ver públicamente. Este clima de tensión y estrategia discursiva refleja la complejidad de las alianzas en el actual panorama político del país.
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