Cientos de miles de estadounidenses se han manifestado en diversas ciudades para protestar contra lo que consideran un gobierno autoritario de Donald Trump. Bajo el lema «No Kings», las protestas buscan canalizar el descontento social frente a las políticas del presidente y coinciden con un cierre parcial del gobierno, despidos de trabajadores federales y el despliegue de la Guardia Nacional en ciudades demócratas. En Washington DC, la imagen pacífica contrasta con el asalto al Capitolio de hace cuatro años. Los manifestantes critican la amenaza de Trump de limitar fondos a estados demócratas y su intento de influir en la Reserva Federal. Mientras, los republicanos catalogan las protestas como «odio a Estados Unidos». Trump, a su vez, explora opciones para fortalecer su mandato, incluso sugiriendo un improbable tercer mandato, mientras los tribunales actúan como barrera ante su poder.
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