Las autoridades israelíes, encabezadas por el primer ministro Benjamín Netanyahu, responsabilizan al mandatario australiano Anthony Albanese por el ataque antisemita en Bondi, Sídney, que dejó 15 muertos en una celebración judía. Israel denuncia que el reconocimiento del Estado palestino por parte de Australia y las manifestaciones pro-palestinas han fomentado un clima propicio para el terrorismo. En respuesta, el Consejo de Seguridad Nacional de Israel ha emitido advertencias para que sus ciudadanos en el extranjero eviten asistir a eventos judíos no protegidos durante la festividad de Jánuca. Mientras tanto, el primer ministro australiano ha expresado su solidaridad con la comunidad judía, comprometiéndose a combatir el antisemitismo tras el peor ataque armado en el país en tres décadas. La vigilia en Tel Aviv evidenció el dolor y la unidad de la comunidad ante la tragedia.
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