Israel enfrenta un dilema tras el reconocimiento del Estado palestino por parte de cinco países occidentales, incluidos Reino Unido y Francia. En respuesta, el gobierno de Netanyahu baraja medidas como la anexión parcial de Cisjordania, que podría tener el respaldo de Estados Unidos y busca evitar un conflicto internacional inmediato. Estas acciones coinciden con la intensificación de asentamientos en el controvertido corredor E1, y sanciones contra la Autoridad Palestina, las cuales podrían elevar la tensión regional y afectar las alianzas estratégicas de Israel. Mientras tanto, la comunidad internacional advierte que tales movimientos desafían el derecho internacional y amenazan la paz. Netanyahu se encuentra en una disyuntiva entre satisfacer las demandas de sus socios ultraderechistas y mantener relaciones clave con Estados Unidos y países árabes.
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