La propuesta de compra de la siderúrgica estadounidense US Steel por parte de la japonesa Nippon Steel se enfrenta a obstáculos políticos y sindicales que dificultan su aprobación antes de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre. Aunque los accionistas de US Steel aprobaron mayoritariamente la venta, el nacionalismo económico y la oposición del presidente Joe Biden han frenado la operación. Nippon Steel ha prometido inversiones significativas en instalaciones de Pensilvania e Indiana, y mejoras tecnológicas para reducir la huella ambiental, pero el sindicato United Steelworkers desconfía de los compromisos de la empresa japonesa y de los directivos estadounidenses. La aprobación del Departamento del Tesoro es esencial para el cierre del acuerdo, que se percibe complicado en el entorno político actual. La situación refleja un conflicto entre sentimientos proteccionistas y la realidad de la economía global.
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