En Estados Unidos, las protestas contra el gobierno de Donald Trump se han extendido a más de una docena de ciudades. Los manifestantes expresan su descontento con diversas políticas y acciones del exmandatario. Las movilizaciones varían en tamaño y método, desde marchas pacíficas hasta concentraciones más intensas. La respuesta policial ha sido diversa, con algunos incidentes de enfrentamientos reportados. Este fenómeno refleja una creciente polarización política en el país, mientras las autoridades intentan gestionar la situación para evitar escaladas de violencia.
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