A partir de 2026, México aumentará significativamente el impuesto sobre los refrescos con azúcar y establecerá una nueva tasa para las bebidas sin calorías endulzadas con edulcorantes. Tras debates en la Cámara de Diputados y una negociación con la industria refresquera, el impuesto para los refrescos azucarados subirá a 3,08 pesos por litro, mientras que las versiones ‘light’ serán gravadas con 1,5 pesos por litro. Este ajuste forma parte de los llamados impuestos ‘saludables’, cuyo objetivo es reducir el consumo de bebidas azucaradas en México. La industria refresquera aceptó reformular sus productos para disminuir un 30% el azúcar y acordó restringir publicidad, enfocándose en desincentivar el consumo entre niños y adolescentes. Como parte del pacto, Coca-Cola reducirá el azúcar en el 70% de sus bebidas para octubre de 2026.
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