El espacio sigue sorprendiendo con sus enigmas, como los sistemas de anillos planetarios en el Sistema Solar. Aunque Saturno es el más conocido por sus impresionantes anillos compuestos principalmente de hielo, Júpiter, Urano y Neptuno también ostentan anillos únicos, descubiertos por las sondas Voyager. Los anillos están formados por fragmentos de rocas, hielo y polvo, generados por cuerpos celestes que se desintegran debido a la gravedad del planeta o por impactos violentos. Estas estructuras no son eternas y, con el tiempo, materiales como los de Saturno podrían desaparecer al caer hacia su atmósfera.
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