La relevancia del ácido fólico durante la etapa de embarazo ha cobrado un nuevo impulso de atención gracias al ginecólogo Santiago Novoa, de Policlínica Gipuzkoa, quien insiste en la imperativa necesidad de esta vitamina B9 para prevenir defectos críticos en el desarrollo del sistema nervioso del bebé. Los llamados defectos del tubo neural, que comprometen el cerebro y la médula espinal, pueden prevenirse en gran medida con la adecuada suplementación de ácido fólico. Además, esta vitamina es esencial en la producción de células y glóbulos rojos, un aspecto vital tanto para la madre como para el bebé.
Novoa, en su enfoque proactivo, alienta a las futuras madres a adoptar hábitos saludables antes incluso de la concepción. Alcanzar un peso saludable y mantener una dieta variada que incluya todos los grupos alimenticios es esencial para evitar déficits nutricionales. La recomendación del experto es clara: iniciar la suplementación con ácido fólico al menos un mes antes de quedar embarazada.
Antes de buscar el embarazo, es prudente visitar al ginecólogo para una revisión completa de la historia clínica, llevar a cabo análisis preconcepcionales y asegurarse de estar al día con vacunas clave como la de rubeola. Además, Novoa sugiere considerar el asesoramiento genético cuando haya antecedentes de enfermedades hereditarias en la familia. También, quienes conviven con mascotas deben consultar con un veterinario para prevenir infecciones como la toxoplasmosis, que pueden interferir en el desarrollo fetal atravesando la placenta.
Con el diagnóstico de embarazo, se sugiere seguir un estricto cronograma de controles prenatales que incluyan análisis de sangre y ecografías en las semanas 12, 20, y 34-36 para monitorear posibles complicaciones como hipertensión o diabetes gestacional. La actividad física regular durante el embarazo es otra de las recomendaciones de Novoa, destacando su papel en mejorar el bienestar físico y evitar diversas patologías.
Tras el parto, responder prontamente a cualquier anomalía es fundamental. Novoa advierte sobre síntomas postparto que requieren atención médica, tales como sangrados anormales, dolores prolongados en el abdomen o problemas en las cicatrices de cesárea. Cualquier cambio inusual en las mamas, como la aparición de mastitis, debe ser también monitoreado. Además, dolores de cabeza severos, hinchazón de extremidades, dificultades respiratorias o palpitaciones podrían señalar la necesidad de intervención médica urgente.
El viaje de la maternidad, desde su planificación hasta el cuidado postparto, necesita un enfoque integral para salvaguardar el bienestar tanto de la madre como del bebé. Este enfoque, enfatiza Novoa, es crucial para asegurar un proceso saludable y seguro para ambos.