La última tendencia entre turistas en España es dormir en la playa para ahorrar en alojamiento, una práctica que puede llegar a sanciones de hasta 600 euros. Además, reservar espacio en la arena está prohibido en muchos destinos, con multas de hasta 3.000 euros en algunas regiones. Acampar o dejar caravanas con elementos desplegados también conlleva sanciones, al igual que bañarse con bandera roja, fumar en zonas específicas, orinar en la playa y usar gel en las duchas públicas. Incluso jugar en la arena y llevar mascotas tiene regulaciones estrictas en ciertas localidades, y el uso de altavoces puede resultar en multas por contaminación acústica. Las autoridades municipales, basadas en la Ley 22/1988 de Costas, son responsables de estas normativas, y en destinos como Barcelona y Marbella, las infracciones pueden resultar en multas significativas para asegurar el orden y disfrute compartido de estos espacios públicos.
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