El último informe trimestral de NVIDIA ha generado inquietud entre analistas e inversores al revelar que solo dos clientes representaron el 39 % de su facturación en el segundo trimestre fiscal de 2025. Este aumento es significativo en comparación con el 25 % del mismo periodo del año anterior. Las identificaciones, limitadas a «Cliente A» y «Cliente B», han desatado especulaciones dentro del mercado respecto a su identidad, sugiriendo que podrían ser grandes actores de la nube como Microsoft, Amazon o Google, o fabricantes importantes como Foxconn y Quanta.
NVIDIA ha experimentado etapas donde una parte sustancial de sus ingresos proviene de un número reducido de compradores, y advierte que esta tendencia podría continuar. Colette Kress, directora financiera, señaló que los hiperescalares de cloud ahora concentran cerca del 50 % de los ingresos del área de centros de datos, que representa el 88 % del total de la facturación de la empresa.
El analista Frank Lee de HSBC ha expresado que el potencial para catalizadores en las acciones de NVIDIA podría estar limitado a corto plazo, a menos que haya más claridad sobre las expectativas de gasto de capital por parte de los proveedores de nube hacia 2026.
La clasificación de clientes de NVIDIA, entre directos e indirectos, añade complejidad al misterio de A y B. Estas categorías incluyen desde compradores que integran los chips en sistemas para reventa, hasta usuarios finales como empresas digitales y gobiernos. Además, NVIDIA destaca que dos clientes indirectos también superaron el 10 % de los ingresos, realizando compras a través de A y B, y menciona la participación importante de una empresa de I+D en inteligencia artificial.
El contexto actual se enmarca en una ola de inversión en infraestructura de IA. Jensen Huang, CEO de NVIDIA, proyecta que el mercado podría alcanzar entre 3 y 4 billones de dólares a finales de la década, y NVIDIA aspira a capturar un 70 % del costo de los centros de datos dedicados a IA. Los principales hiperescalares han duplicado su inversión de capital en los últimos dos años para potenciar modelos de IA generativa a gran escala.
Aunque los grandes proveedores de cloud concentran la mitad del negocio, NVIDIA afirma que la demanda se está diversificando. Nuevos actores incluyen empresas tradicionales que desarrollan sus propias infraestructuras de IA, neoclouds especializadas y gobiernos extranjeros, que podrían aportar 20.000 millones de dólares en 2025 en proyectos de IA soberana.
El riesgo de concentración es evidente: si los grandes clientes reducen su inversión, NVIDIA podría enfrentar un impacto inmediato en sus ingresos. Aunque la posición de liderazgo de la compañía es sólida, su dependencia de unos pocos compradores estratégicos representa un punto débil que los analistas observarán con atención en futuros trimestres.