Marcos Llorente, futbolista del Atlético de Madrid, vuelve a ser centro de debate por su uso de gafas con cristales amarillos o rojos, alegando que protegen su «biología» de la luz azul, a la que califica de «tóxica» fuera de su contexto natural. Sin embargo, tanto la Sociedad Española de Oftalmología como la Academia Americana de Oftalmología desmienten estas afirmaciones, asegurando que no existe evidencia de que la luz azul de las pantallas dañe la salud ocular. Reconocen que un exceso de exposición nocturna a la luz azul puede afectar el ciclo del sueño, pero subrayan que no es necesario gastar en gafas especiales para protegerse.
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