En una jornada cargada de emociones en Extremadura, los ciudadanos y equipos de emergencia han mostrado una notable unidad enfrentando las recientes adversidades. Testigos destacan la colaboración y el esfuerzo conjunto, afirmando que todos han trabajado al unísono, «como un solo cuerpo». Además, las lágrimas en los ojos de muchos no se debieron a la ceniza resultante de los incendios, sino a la profunda carga emocional del momento, reflejando la resiliencia y solidaridad de la comunidad.
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