El presidente de Castilla-La Mancha ha expresado su esperanza de que la actual situación política no supere la «retórica inflamada» y sirva únicamente para «ganar tiempo» en una legislatura que, según él, se ha convertido en un constante «achique de aguas». Esta expresión refleja su preocupación por la falta de estabilidad y dirección en un período legislativo que visualiza como problemático y estancado.
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