El Gobierno central y la Generalitat han alcanzado un acuerdo para establecer las bases de una nueva financiación privilegiada para Cataluña. Este pacto, que rompe con el actual sistema de caja común, asegura recursos del Estado específicamente destinados a las competencias propias de la región. La medida busca proporcionar a Cataluña una mayor autonomía financiera y se considera un paso significativo en la gestión del autogobierno.
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