El cardenal Pietro Parolin, de 69 años y secretario de Estado del Vaticano, se perfila como uno de los candidatos más destacados para suceder al Papa Francisco tras su fallecimiento. Con una larga trayectoria diplomática, Parolin ha trabajado en diversos países y ha desempeñado papeles cruciales en las relaciones con Vietnam, China e Israel. Sin embargo, sus gestiones han sido polémicas, especialmente el acuerdo con Pekín sobre el nombramiento de obispos y su implicación en la crisis de la Orden de Malta. A pesar de las críticas, Parolin es visto como un defensor de un modelo eclesiástico descentralizado y global. Su conexión histórica con la masonería italiana y su enfoque progresista le han ganado tanto detractores como partidarios, quienes lo consideran un posible arquitecto del futuro de la Iglesia en el siglo XXI.
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