La preocupación por el medioambiente ha evolucionado hacia un tema transgeneracional, con los adultos mayores liderando varias prácticas sostenibles, como evitar el desperdicio de alimentos y elegir productos locales y ecológicos. Un estudio de Kantar Media muestra que las personas mayores de 65 años son más propensas a adoptar hábitos de consumo responsables sin incidir en etiquetas ecológicas modernas. En contraste, el interés de los jóvenes por asuntos ambientales ha disminuido, con un notable declive en su preocupación por el cambio climático. La persistencia de hábitos sostenibles entre los sénior, según expertos, no reside en campañas de marketing dirigidas a los jóvenes, sino en prácticas adquiridas a lo largo del tiempo. Además, los mayores suelen reciclar medicamentos más que los jóvenes, según SIGRE. La economía y la representación cultural de la sostenibilidad son factores clave que influencian el compromiso ecológico entre diferentes edades.
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