El presidente Gustavo Petro ha anunciado que el reciente atentado en Arauca, atribuido al Ejército de Liberación Nacional (ELN), ha comprometido gravemente las negociaciones de paz con dicha guerrilla. El ataque, que dejó dos soldados muertos y 28 heridos tras la detonación de explosivos, recuerda al atentado de 2019 contra la Escuela de Policía General Santander en Bogotá. El ELN, que no ha reivindicado el ataque, continúa con sus acciones violentas, dificultando un proceso de paz ya tenso y prolongado. Petro destacó que la mesa de negociación con el ELN, vital para su política de paz total, sufre una crisis profunda. La guerrilla se resiste a abandonar el secuestro y seguir dialogando, complicando aún más el ya incierto panorama de paz en Colombia.
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