Port Aventura se enfrenta a un dilema este fin de semana de Semana Santa debido a una huelga convocada por los cerca de 2.700 trabajadores del parque, bajo la tutela de los sindicatos UGT y CC OO. La empresa ha decidido suspender la venta de nuevas entradas para el sábado, a pesar de que las instalaciones estarán abiertas para quienes ya tienen entradas, debido a la incapacidad de garantizar sus estándares de calidad sin servicios mínimos acordados. Las negociaciones hasta ahora no han fructificado, y los trabajadores planean una concentración para este sábado como parte de su demanda para mejorar las condiciones laborales y ajustar el convenio colectivo. La empresa, propiedad de Investindustrial y KKR, ha expresado su respeto por el derecho de huelga y su disposición a continuar las negociaciones. En medio de estas acciones laborales, Port Aventura reportó ingresos récord en 2023 y sus propietarios buscan una valoración de 1.000 millones de euros con su venta en el mercado.
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